jueves, 25 de junio de 2020

Farmenios del Felhén



Se quedó mirando las piezas del Felhén. Si movía a la derecha, podría hacer un Directo y ganar con una diferencia de 12 puntos; pero su contrincante conocía bien esas estrategias y podría impedírselo llenando la casilla de la izquierda.

—¡Ajá! —desplazó una ficha completamente distinta y al soltarla pudo ver la decepción en la cara del anciano.

—Amo Hans… el Felhén no se trata de arrebatos.

El mago le dio una calada a su pipa y ganó por más de 52 puntos. Fatigoso, empezó a guardar las piezas en una bolsita.

—¡Espera, Farmenios! Exijo la revancha.

—Un pacto es un pacto, amo Hans. Usted quiso jugar y sabía las consecuencias. Apuesto que otra sería su reacción en caso de haber ganado.

El mago siguió guardando las piezas, y cuando terminó con todas las que estaban en el tablero, estiró la mano. El cuerpo del general Hans Funder de Yrmania empezó a achicarse, tornar en madera y volverse una pieza más que acabó en el saco.

Dio otra fumada, esta vez, paciente y relajada.

Farmenios del Felhén, yo te reto. Farmenios del Felhén, hagamos un pacto”.

El mago —quejoso— se puso en pie. Tenía otro partido y debía teletransportarse lejos.



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