Mis cósmicos lectores,
me había guardado este autor por mucho tiempo esperando el momento preciso para
sacar esta joya literaria, y el Foro “Poéticas del Horror” es la excusa
perfecta. Hablo del grandioso Howard Phillip Lovecraft.
Uno
de los maestros de la literatura de suspenso y de horror está justamente
convocado esta semana. Es imposible hablar de todas las historias que existen
de él, como “La llamada de Cthulhu” donde exhibe su más famoso monstruo el cual
yace dormido en las profundidades del océano esperando el alineamiento astral propicio.
Para Lovecraft, tenemos la desgracia de vivir en donde los seres primigenios
llegaron antes. Son dioses y figuras de enorme poder que podrían alimentarse de
nosotros. Vienen de otro tiempo, espacio y plano. Ahí está Dagon, otra criatura
marina que es venerada por algunos locos. Aunque también tiene zombis
químico-mágicos, como el extraño caso de
Charles Dexter Ward; y algunos viajes astrales o seres repulsivos.
Para
Lovecraft hay una poética específica: todo viene de la oscuridad y no es
posible de controlar. En muchas películas estadounidenses de monstruos pocos
sobreviven, pero hay alguien que llega invicto y puede contar la historia como
un loco o como héroe. Pues con Lovecraft sólo encontramos despojos. No hay
ganadores. Nunca nadie sobrevive, sólo su voz, por medio de un diario o
cuaderno de viajes. Y es porque estos entes pueden destruir a la raza humana si
se lo proponen; pero no es el momento. Los que se adentran en territorios
desconocidos merecen ese castigo; pero las advertencias que nos dejan son más
valiosas. Hay una inspiración en los trabajos de William Hope Hodgson. En lo
particular disfruto La casa en el límite,
o La casa en el abismo. Se nota la
influencia que tiene una vez que leemos a Hodgson, pero pienso que Lovecraft
hizo un trabajo de redacción más refinado; su barroquismo adjetival marca una
gran diferencia.
De
mis favoritos es “El Morador de las tinieblas”, una criatura más oscura que la
noche que le teme al menor destello de luz. Cualquiera podría pensar que es
fácil esconderse de esta criatura. Pero pensemos que siempre habrá un instante
de nuestra vida en que estemos a oscuras. Si a esto añadimos la mala fortuna de
un apagón y una tormenta que apaga todas las velas, la situación no puede ser
más horripilante.
Hay muchas referencias a las historias de
Lovecraft. De mis favoritas están la canción “The Call of Ktulu” de Metallica,
y un cuento de Borges llamado “Ther Are More Things”. Las dos películas
recientes que hay de la obra de Lovecraft no son tan aceptables; pero los
cómics son otra cosa. Los trazos son tan esquizoides que reflejan por completo
el sentimiento que debió tener Lovecraft al imaginar sus historias. Su
biografía es bastante curiosa; pero esto queda bajo consigna del cósmico
lector; y, asimismo, la invitación a enterarse sobre el Foro “Poéticas delHorror”, donde se hablará la siguiente semana justo de estos temas.
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