Mis perdidos lectores, recién terminé una ponencia sobre una escritora
chilena llamada Nona Fernández. A diferencia de muchos de los escritores que he
recomendado: ella está viva, y es una persona accesible y digna de ser leída. Lo
sé, pues pude entrelazar correos electrónicos, y fue sorprendente la calidad
humana que mostró: a diferencia de muchos otros escritores con los que he hablado.
De hecho, para aquellos que tengan algún servicio de televisión de cable, ella
es la guionista de una telenovela —chilena, obviamente— llamada ¿Dónde está
Elisa?, que no sé ustedes, pero mi madre en Guadalajara no despegaba el ojo
del televisor cuando la retransmitían aquí en México.
Ya sabiendo un poco de esta escritora, miremos su
creación literaria. Su antología de cuentos El Cielo contiene siete
narraciones breves en las cuales la temática es encontrar un cielo. Buscan un
cielo que les pueda otorgar tranquilidad y calma, una estancia donde los
personajes sean ellos mismos, pero se ve sobre todo en dos cuentos fantásticos,
los dos últimos. Éstos titulan “Primero de noviembre” y “Maltés”. En ellos
ocurren eventos donde la memoria está presente, pero es una memoria más allá
del acto de recordar, es una memoria para recordar lo que ha sido olvidado por
muchos.
“Primero de noviembre” es un cuento bastante
claro en el asunto de la memoria, pues el personaje principal, Dante Sepúlveda
nos cuenta —indirectamente— las atrocidades de los secuestros y desparecidos
chilenos en el tiempo de la violación de los derechos humanos que se desarrolló
por casi veinte años en este país. Lo más importante, y lo que arruinaría
completamente el cuento sería decir el por qué nos viene a contar esto, sin
embargo deben prestar atención a los referentes y lugares donde ese personaje
se mueve para comprender mejor lo que se intenta decir.
El otro relato que pienso recomendarles es
“Maltés”. Un cuento donde nos da una imagen de lo bajo que cayeron las artes en
este tiempo, pues para sobrevivir, un artista debe vender hasta el azulejo de
la casa. El problema que sufre es el traumático evento al que es sometido y por
el cual siente no poder volver a escribir. De alguna manera su novia-acompañante
es la única cuerda en la historia, porque el nombrado Maltés es un escritor que
parece tener comportamientos aún más desquiciados, y todo esto por la situación
económica que llevaba a las personas a la destrucción total en el régimen
militar de Pinochet.
Muchos de los cuentos de Nona Fernández se mueven
en este ámbito; no es su único tema, cosa que deberían investigar. Esta obra
está situada en un marco chileno cosmopolita, es decir: con una visión universal.
Les invito, mis perdidos lectores, a que recorran las calles de Santiago a
través de las páginas de esta chilena dedicada a la escritura, y si tienen
tiempo, darle una oportunidad a sus demás obras, como sus novelas y teleseries.
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