Mis escolásticos lectores. Creo que he hecho
bastantes recomendaciones literarias hasta ahora y no les he dado un descanso;
por lo tanto, hoy quiero contarles de algo muy importante que terminó afectando
a la literatura de manera decisiva, sobre todo en Hispanoamérica.
Aquellos seguidores de
esta columna recordarán nombres como Julio Cortázar o García Márquez. Estos dos
forman parte del denominado "boom latinoamericano", nombre
originado por la explosión simbólica que se dio en este lado del mundo y que
fue colocada en el canon literario.[1]
La radical importancia que se le dio a las obras de la América Hispánica surgió
del proyecto cubano para convertirse en la editorial más grande en español:
Casa de las Américas. Dicho proyecto estaba de la mano —obviamente— con
intereses políticos. Deseaban dar a conocer en Europa —siendo ellos los
intermediarios— la literatura americana. Todo esto parecía excelente y daba un
nuevo giro a la imagen bélica de Cuba y de Fidel Castro. De este modo desde
1960 a 1970 se creó un fuerte interés por parte de editoriales europeas,
principalmente en Barcelona, España, por literatura latinoamericana, he aquí la
explosión cultural que fue el boom.
A pesar de que en este
movimiento nacieron las figuras autorales de Mario Vargas Llosa, Julio
Cortázar, García Márquez y Carlos Fuentes, principales figuras del boom,
existe una controversia: el "Caso Padilla". A resumidas cuentas uno
de estos seguidores de Cuba, Heberto Padilla, tuvo la osadía de proclamar sus
ideas, donde no parecía estar totalmente de acuerdo con los procedimientos
caribeños, por ello, el gobierno cubano, lo mandó encarcelar. Tiempo después
fue liberado y pronunció otro discurso poniéndose de nuevo del lado de Cuba,
algo había ocurrido. Esto no dejó muy contentos a los demás escritores que
ahora, temían terminar en la misma forma por alguna frase que pudieran decir
por accidente. Los intelectuales, entonces, redactaron una carta a Fidel, misma
que también fue firmada por escritores europeos. "Creemos un deber
comunicarle nuestra vergüenza y nuestra cólera. El lastimoso texto de la
confesión que ha firmado Heberto Padilla sólo puede haberse obtenido por medio
de métodos que son la negación de la legalidad y la justicia
revolucionarias", iniciaba la carta. Fue así como los grandes
intelectuales comenzaron a separarse de Cuba, comenzando así la caída del boom.
La literatura
latinoamericana sigue siendo todo un hito en Europa. Hoy en día existen muchos
autores publicando en casas editoriales extranjeras, y ni se diga las
traducciones a otros idiomas, como son Elena Garro, Borges y Rubén Darío. Así
que, si se preguntaron alguna vez, mis escolásticos lectores, qué opinaban los
poderes eurocéntricos de la literatura americana, aquí tenemos esta primera
perspectiva de la segunda mitad del siglo XX. Dense la oportunidad de leer un
poco más sobre este caso y nos veremos el siguiente viernes. Les recuerdo que
sus opiniones y comentarios pueden hacerlos llegar a galindonmiguel@gmail.com
[1] Podemos hacer un poco más
complejo este pensamiento y preguntarnos ¿qué es el canon? Tratando de
no irnos por las ramas, diremos que es todo conjunto de libros que no se pueden
dejar de leer por su valor literario o por su importancia histórica; El
Quijote, Pedro Páramo, Las 1001 noches, casi todo el trabajo de
Shakespeare; obras imprescindibles para comprender el conocimiento humano.
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