martes, 13 de mayo de 2014

Un poco de historia: El boom latinoamericano

Mis escolásticos lectores. Creo que he hecho bastantes recomendaciones literarias hasta ahora y no les he dado un descanso; por lo tanto, hoy quiero contarles de algo muy importante que terminó afectando a la literatura de manera decisiva, sobre todo en Hispanoamérica.
Aquellos seguidores de esta columna recordarán nombres como Julio Cortázar o García Márquez. Estos dos forman parte del denominado "boom latinoamericano", nombre originado por la explosión simbólica que se dio en este lado del mundo y que fue colocada en el canon literario.[1] La radical importancia que se le dio a las obras de la América Hispánica surgió del proyecto cubano para convertirse en la editorial más grande en español: Casa de las Américas. Dicho proyecto estaba de la mano —obviamente— con intereses políticos. Deseaban dar a conocer en Europa —siendo ellos los intermediarios— la literatura americana. Todo esto parecía excelente y daba un nuevo giro a la imagen bélica de Cuba y de Fidel Castro. De este modo desde 1960 a 1970 se creó un fuerte interés por parte de editoriales europeas, principalmente en Barcelona, España, por literatura latinoamericana, he aquí la explosión cultural que fue el boom.
A pesar de que en este movimiento nacieron las figuras autorales de Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, García Márquez y Carlos Fuentes, principales figuras del boom, existe una controversia: el "Caso Padilla". A resumidas cuentas uno de estos seguidores de Cuba, Heberto Padilla, tuvo la osadía de proclamar sus ideas, donde no parecía estar totalmente de acuerdo con los procedimientos caribeños, por ello, el gobierno cubano, lo mandó encarcelar. Tiempo después fue liberado y pronunció otro discurso poniéndose de nuevo del lado de Cuba, algo había ocurrido. Esto no dejó muy contentos a los demás escritores que ahora, temían terminar en la misma forma por alguna frase que pudieran decir por accidente. Los intelectuales, entonces, redactaron una carta a Fidel, misma que también fue firmada por escritores europeos. "Creemos un deber comunicarle nuestra vergüenza y nuestra cólera. El lastimoso texto de la confesión que ha firmado Heberto Padilla sólo puede haberse obtenido por medio de métodos que son la negación de la legalidad y la justicia revolucionarias", iniciaba la carta. Fue así como los grandes intelectuales comenzaron a separarse de Cuba, comenzando así la caída del boom.
La literatura latinoamericana sigue siendo todo un hito en Europa. Hoy en día existen muchos autores publicando en casas editoriales extranjeras, y ni se diga las traducciones a otros idiomas, como son Elena Garro, Borges y Rubén Darío. Así que, si se preguntaron alguna vez, mis escolásticos lectores, qué opinaban los poderes eurocéntricos de la literatura americana, aquí tenemos esta primera perspectiva de la segunda mitad del siglo XX. Dense la oportunidad de leer un poco más sobre este caso y nos veremos el siguiente viernes. Les recuerdo que sus opiniones y comentarios pueden hacerlos llegar a galindonmiguel@gmail.com






[1] Podemos hacer un poco más complejo este pensamiento y preguntarnos ¿qué es el canon? Tratando de no irnos por las ramas, diremos que es todo conjunto de libros que no se pueden dejar de leer por su valor literario o por su importancia histórica; El Quijote, Pedro Páramo, Las 1001 noches, casi todo el trabajo de Shakespeare; obras imprescindibles para comprender el conocimiento humano.

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