sábado, 13 de septiembre de 2014

Los primeros ensayos en nuestra tierra: Cartas

Mis epistolares lectores, ya son fiestas septembrinas  y el verde, blanco y rojo inundan las calles de Guanajuato esperando poner en exhibición la renovación del fuego de la alhóndiga de Granaditas. Como es el mes patrio, he querido dedicar mis columnas a obras de suma importancia para la identidad nacional. Y hablaré de las primeras muestras de erudición en Latinoamérica: las cartas.
En la maestría, últimamente he tenido que analizar muchas obras especiales, como cartas y libros marxistas, pero me centraré en los primeros. ¿Conocen a José Martí?, ¿han oído hablar de Alfonso Reyes?, ¿el apellido Mariátegui les dice algo? En caso de que no es porque no conocen las obras de estos famosos autores enfocados en un tema importante: “Nuestra América”. Este título alude a un ensayo de José Martí —su estatua está en el Jardín Reforma— donde exalta la idea del americano nativo y cómo no debe ser explotado por el español. Recordemos que para los conquistadores no éramos más que buenos salvajes. Pues al no haber crecido en las ciudades europeas, estábamos librados del pecado y la maledicencia.
El nacionalismo llegó a México con una fuerza extraordinaria. El poema “La Suave Patria” de Ramón López Velarde exalta a nuestra Nación dándole una importancia a sus valles, a las mujeres y a sus ciudades. Pero fue Alfonso Reyes como Visión de Anahuac que nos expuso de modo ensayístico cómo se mueve el mexicano. Recordemos que después vino Octavio Paz, como ya hablamos de él hace varias columnas, pero especialmente queremos hablar de la visón epistolar.
Reyes tuvo correspondencia con muchísimos autores, mi profesor, el doctor Jaime Villarreal dice que escribía por kilo, y no le desmiento nada. Sus cartas con Cortázar, Borges o Henríquez Ureña son extraordinarias muestras de conocimiento donde no sólo nos dice qué visión se tiene del país, sino cómo mejorarla a través de la cultura —algo que nos falta mucho en estos tiempos—.
Entre otras cartas famosas —yéndonos muy atrás— son las cartas de relación. Documentos que fundaron el antecedente para que Latinoamérica estuviera lleno del realismo mágico que tanto desarrollaron en el siglo xx. La idea de que era un continente lleno de cosas extrañas y maravillosas, se quedó impreso, tanto en las cartas de Colón, Cabeza de Vaca, Garcilazo de la Vega y otros, como en el mismo imaginario colectivo. Y si buscan los comerciales turísticos de Colombia su eslogan es “Realismo mágico”, aludiendo no sólo a García Márquez y su literatura sino que en las selvas, calles y playas uno podrá encontrar esta visión más allá de la comprensión europea.

Muy bien. El tema de las cartas es mucho más que esto, requeriría muchísimo espacio para hablar de ellas, pero búsquenlas en Internet. No sólo están los mencionados, Simón Bolívar, héroe nacional de Sudamérica tiene una cantidad enorme de cartas dándole al pueblo lo mismo que en México, mis epistolarios lectores: un despertador americano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario