sábado, 19 de septiembre de 2015

Poesía de Lesbos: Safo

Mis lesbianos lectores, el día de hoy se cumplen dos semanas de haber empezado este nuevo cuatrimiestre de labores en la clase de Literatura II y debo admitir, que he tenido que retomar autores que nunca pensé llegar a ver a detalle. En la licenciatura uno ve todo el mundo de la literatura sin siquiera digerirlo. Es un buffet de muestras donde te enseñan la variedad de obras presentes, pasadas y futuras. Uno elige hasta después la especialidad que tendrá. Por eso quizá jamás aprecié a Safo como la vengo descubriendo.
Safo fue una poetisa griega originaria de la isla de Lesbos. Entre un mundo de literatura masculina, su obra no sólo es importante para el mundo, sino que además quebranta el canon al momento de leer su obra y encontrar poesías de amor dedicadas a sus alumnas.  El hecho de si ella era o no homosexual, no limita la obra, pero recordemos que ese escándalo ayudó a su supervivencia en nuestros días. En realidad, el nombre de la isla donde vivían, dio pie a ese “comportamiento desviado” presente en Safo y sus alumnas, toda mujer que iba a la isla de Lesbos se comportaba como tal, así que el gentilicio permaneció como “lesbiana”.
La genialidad no está peleada con la extravaganza. Existen autores sumamente subversivos a la sociedad: Salvador Novo era homosexual, Elena Garro prefirió su idependencia a su marido, Silvina Ocampo tuvo una amante, Alexandre Dumas gastó todo su dinero en placeres y castillos. Los ejemplos son muchos, pero dentro de una sociedad funcionalmente homosexual como lo era la griega, el escándalo de la homosexualidad femenina se quedaba en la casa, y nunca llegaba a oídos públicos, menos con ayuda del elemento comunicador de ese entonces: la poesía.
Casi todos los dioses griegos sobreviven por poemas, pero lo que hace Safo es aprovecharlos para hablar de sus seres queridos.

Otra vez el amor que deshace el cuerpo me atormenta,
Como una amarga y dulce fiera invencible.
Y tú, Athis, por abandonarme, fastidiada
hacia Andrómeda huyes.
Vamos, amigas, ea, hace tanto que no juego.

Este simple fragmento muestra elementos que podríamos incluso decir hoy en día en un momento de enamoramiento.  Se trata de una lírica llena de emoción, de pasión, de amor hacia el otro. Que este sea un hombre o una mujer, no está seguro. Ella ama a sus estudiantes, pero no sabemos si incluso las deseé físicamente.

Dulce madre, no puedo ahora continuar mi tejido:
¡Con el deseo de un muchacho me subyuga la tierna Afrodita!

Poemas dedicados a varones y mujeres. La poesía de Safo no trata de encontrar un enfoque sexual. La poesía de Safo conviene conocerla, pues es una exaltación del alma. Le llamaban “La Bella Safo”, no por su físico, sino por su poesía. ¿Cuándo se había visto eso? Deben leer a Safo, mis lesbianos lectores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario