sábado, 23 de abril de 2016

Modernos Prometeos

Mis electrificados lectores, se aproxima el fin de semana, y vertiginosamente nos acercamos al 23 de abril, celebración mundial del libro y los derechos de autor. En los tres años de esta columna he recordado siempre que es en honor al nacimiento de William Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra y el Inca Garcilaso de la Vega. Tres autores tauro con características especiales, Cervantes y Shakespeare sentando las bases del inglés y español moderno. Este año, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, eligió entre varios libros: Las brujas de Roald Dahl, Azul de Rubén Darío y Frankenstein de Mary Shelley. El último terminó ganando. Es un orgullo para mí ser profesor de Lengua y Literatura en la Preparatoria No. 20 de la Universidad de Guadalajara y saber que pudo motivar a mis alumnos a leer esta obra que no tiene nada qué ver con lo que muchos hemos visto en obras de teatro, películas y demás muestras de cultura popular.

Primeramente, la obra de Shelley es una de las más curiosas obras de su tiempo. Abriendo el Romanticismo como movimiento literario, Mary Shelley, una mujer que escribía y tenía el reconcomiendo de su oficio en su tiempo. Toda la historia surgió una noche plutónica —citando a Poe— acompañada del Dr. Polidori y Lord Byron, dos personalidades importantes de inicios del siglo xix. En la villa inglesa de Cologny, estaba ubicada Villa Diodati, la quinta de Byron, quien ideó el juego de que escribiesen una historia en una noche. De ahí surgió el moderno Prometeo, una criatura a base de cadáveres que cobraba vida y ayudaba a descubrir la verdadera monstruosidad del hombre: Dios puede ser un monstruo por habernos creado.

Frankenstein nos cuenta la historia del doctor Victor Frankenstein y cómo recaba partes humanas para darle vida a una criatura. La electricidad era apenas manejada pero bastante temida. El mismo experimento, la criatura, convive en un mundo de incomprensión. Él no pidió nacer, y entre pasiones de la vida, decide experimentar la vida, en medio de un mundo complicado.

Un gran error es creer que el monstruo se llama Frankenstein, otro que Igor es como lo muestra, y otro es que es un libro complicado. Con El moderno Prometeo recordamos ese viejo mito del dios que les trajo el fuego a los hombres para ser condenado al sufrimiento eterno. Lo mismo ocurre con Victor Frankenstein: un demiurgo que permite cosas terribles. La historia analiza las tecnologías en contra de la religión. Así que, si creían que el enfrentamiento que hay hoy día con respecto al aborto, la clonación y demás situaciones; resulta aún anterior, incluso que Shelley.

Mis electrificados lectores, les invito a buscar más información de este libro. Saber quién fue Mary Shelley, por qué surge el Romanticismo y sobre todo, dónde está Wroclaw, ciudad polonesa laureada con el título de “Capital Mundial del Libro 2016” gracias a la difusión de este mensaje en todo el mundo.



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