Mis patíferos lectores, debo
emitir una disculpa pública por mi ausencia la semana pasada, pero entre
trámites de intercambio, di una conferencia en Mérida dentro de la filey 2015 y algunos asuntos de índole
personal, me incapacitaron por completo a publicar mi anterior columna.
Como saben, un
viaje de semejantes proporciones: seis horas a la Capital y un avión al Golfo
de México, te dan tiempo para leer. Esta vez fue tiempo de la maravillosa obra
de José Luis Zárate: Entre la luz (y
otros temas igual de tangibles), publicado en el 2013 por editorial
Arlequín. De Zárate conocía minificciones, publicaciones en Facebook y tweets magníficos que te provocan humor
y reflexión a la par, esto fue lo que me inclinó a comprar este ejemplar el año
pasado en la fil Guadalajara. Son
106 páginas de una gozosa lectura ensayística que no puedes dejar a un lado. Desde
Disney a las biografías y láminas que comprábamos en la primaria, de los tacos
afuera del aeropuerto del DF ―mea culpa, comí
ahí― hasta su opinión en torno al libro electrónico. Todo esto inunda el libro
con un discurso bastante grato.
Son 21 ensayos
los que nos muestra José Luis Zárate y que en ocasión están puestos en modos
bastante novedosos, como el llamado “Disney” que abre el ejemplar con una serie
de escolios a las películas que logró hacer en vida el famoso Walter Elias
Disney. Listados como “Los diez monstruos a los que invitaría una cerveza” o
“Treinta puntos sobre el libro electrónico”. La presentación de estos rompe lo
que generalmente se espera; aunque después de Borges y sus Inquisiciones ya nadie puede ser un lector ingenuo.
Algo que
también destaco ―y que sería un objetivo primordial para acercarse a este libro―
es el uso del lenguaje. Hablamos de memorias usb,
maestros japoneses, culturas emergentes, de cosas ―como bien lo dice el título―
tan tangibles como la luz. Cada uno de estos temas es tratado sin un discurso
rimbombante, pero eso no lo hace descuidado. En mi experiencia de hace días al
comer en un puestito callejero afuera del Aeropuerto de la Ciudad de México
“Benito Juárez” encontré la sentencia en “Tres de ambiba frita, por favor”:
«En los
restaurantes caros nos muelen pimienta justo enfrente de nosotros, o flamean
los postres, o acercan a un samurái cocinero para cortar exquisitamente hierbas
sutiles. Pero, ¿en cuántos sitios puede un presumir que encienden un avión 744
para condimentar un taco?»
Zárate pone en tinta cosas que
todos sabemos pero que no nos atrevemos a pensar. No todos sabemos datos geeks o de subculturas de internet
gracias a un escritor serio. Bueno, puede que no use temas serios; pero su
manera de reflexionar lo es.
Causa intriga
e interés descubrir este libro, mis patíferos lectores. Si no pueden
conseguirlo, ya que Arlequín tiene un sello editorial algo limitado a Jalisco y
sus alrededores [o visiten su sitio web donde pueden hacer pedidos], esperen a una Feria del Libro de su zona, si no se topan con
el libro tan ansiado, puede que se encuentren al mismo Zárate acompañado de
Alberto Chimal.
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