Mis callejeros
lectores, les escribo desde la hermosa ciudad de Buenos Aires y concuerdo con
lo que dije la semana pasada en torno a Fervor
de Buenos Aires. Pero ya con una semana al otro lado del Ecuador me
hicieron pensar en lo que dejé atrás y es uno de mis placeres al viajar:
regresar con un libro de leyendas locales.
Entre
ellos hay una colección de editorial Almadía llamada Ciudad fantasma, en dos tomos. Su subtítulo es Relato fantástico de la ciudad de México, y muestra muchos cuentos
escritos con bastante cordura por autores medianamente conocidos, y otros de
mediano conocimiento. Entre ellos está Vicente Quirarte, Carlos Fuentes, Manuel
Payno, Bef, y muchos más. Son una
buena cantidad de narraciones las que tenemos en estos libros. Pero lo que sí
me gustaría remarcar es la profesionalización de esta antología. No es un mero
libro de $50°° que encontramos en cualquier puesto de periódicos, es Almadía,
una casa editorial que está creciendo mucho en México. A diferencia de otros
libros, Ciudad fantasma es a la vez
un recorrido fantástico por la ciudad de México y una antología literaria.
Conozco ciertos libros de Guadalajara, como la antología de Helia García Pérez,
que aunque es recopiladora, se nota la modificación de muchos registros para
hacer una síntesis totalizadora. En Guanajuato encontramos libros mínimos en
esquinas, con la leyenda del Callejón de Beso y otros cinco casos. Pero algo
que he descubierto acá en Buenos Aires es la presencia de importantes
folcloristas porteños. Sigo prefiriendo lo que hace Almadía, pero Buenos Aires misteriosa de Diego M.
Zigiotto es una muy buena versión
literaria. Aunque también tenemos un juego curioso de nombres con la versión de
inicios del siglo xx: Misteriosa Buenos Aires de Manuel Mujica
Lainez, quien hizo cuentos fantásticos desde la misma ciudad. Esto es una
tradición muy interesante, pues muchos, hasta Borges, hicieron algo de ello.
Depende
mucho el autor al que se esté tratando, pues pocas veces un folclorista tiene
voz y voto en el mundo narrativo. En el siglo xix
otros sones se tocaban, pero ahora que la tradición es meramente turística,
creo que en México se descuidó bastante, por ello aplaudo la iniciativa de
Bernanrdo Esquinca y Vicente Quirarte por conformar esta antología. Aquí
podemos encontrar de todo tipo de narraciones que no decepcionarán al lector.
Entre
mis favoritos está el de Mauricio Molina, “La noche de la Coatlicue”. Un
interesante cuento donde se entremezcla la narrativa de Bernal Díaz del
Castillo, el “Sermón Guadalupano”, la leyenda urbana en torno al descubrimiento
de la estatua de la Coatlicue en Ciudad de México y el mito guadalupano. Todo
con discursos sobre licores, la lluvia y demás temas por más escabrosos.
En
general un libro de leyendas siempre es agradable de leer. Te enteras más de la
vida cotidiana de los pueblos que de otras formas. Ciudad fantasma, mis callejeros lectores, es una colección que no
pueden dejar de disfrutar.
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