sábado, 24 de enero de 2015

Cuentos de hadas de ayer y hoy

Mis maravillosos lectores, este día escribo para ustedes desde la ciudad de Guanajuato por papeleo y demás cosas académicas. En el camión, me di tiempo de releer algunos cuentos de hadas olvidados que tenía en mi librero. Así encontré varias joyas literarias en una antología de mi infancia: toda una sección de cuentos rusos.
Para los que crean que Disney arruinó los cuentos clásicos haciendo que a las hermanastras no les corten los pies o ignorando que la suegra de la Bella Durmiente del Bosque era una ogresa que deseaba  zamparse a su nieta; pues les debo decir que es más terrible ignorar a semejante autor como Aleksandr Afanásiev, un folclorista ruso quien, al igual que los hermanos Grimm y Charles Perreault, recolectó cuentos clásicos. La gran diferencia con los dos anteriores es que en Rusia tienen un concepto completamente distinto de lo maravilloso.
En sus narraciones aparecen héroes que deben sortear tres pruebas o, que al ser perseguidos por los antagonistas sueltan artículos mágicos que se convierten en, desde un río, o hasta en un bosque. Lo que siempre amé de estos relatos es la presencia de este personaje: la Baba Yaga, una bruja en veces buena y en veces mala, que vive en una casa con patas de gallina. Puede volar en un caldero y para que nadie la encuentre borra sus huellas con una escoba. Toparse con la Baba Yaga es malo si eres niño, pues ella los devora como la bruja de Hansel y Gretel; pero si eres adulto, puede que tengas una charla agradable e incluso te regale el caballo más rápido del mundo.
Hay toda una sarta de objetos mágicos que van desde un jabón que al arrojarse se transforma en una montaña para cubrir la huida del héroe, hasta la famosa Agua de la Vida y de la Muerte. Hay aves de fuego ―no confundir con el fénix―, caballos de crines de oro, el Lobo Gris, quien sirve de ayudante al héroe para llegar a lugares desconocidos, y que según Vladimir Propp en Raíces históricas del cuento, es un animal totémico, lo cual nos haría pensar en todos los animales que salen en Disney. ¿Por qué a Rapunzel le toca cargar un camaleón en la película? Es una pregunta semiótica muy compleja desde ciertos puntos de vista.
Actualmente hay toda una desviación del sentido original de los cuentos maravillosos. En su tiempo sirvieron para enseñar cosas al pueblo; ahora son películas modernas. Shrek, la nueva Maléfica. Frozen es todo un caso de la adaptación ―exageradamente― libre de la “Reina de las Nieves” de Andersen, y la serie televisiva de Once Upon a Time hizo un arreglo aún más libre de Frozen. Pero tomémoslo como una manera de regresar a los clásicos y refrescar su historia para un público contemporáneo.

Mis maravillosos lectores, les invito a leer a Afanásiev y sus cuentos folclóricos rusos, conocer estas historias distintas y quizá empezar a leerles a los pequeños estos cuentos que incluso nuestra generación desconoce.


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