martes, 13 de mayo de 2014

La microhistoria en Guanajuato: El ropero de las señoritas Sámano Serrato

Mis acambarenses lectores, recién me topé con la obra de un antropólogo, el Dr. Carlos Vázquez Olvera y su obra: El ropero de las señoritas Sámano Serrato. Una investigación histórica extenuante, en la que nos cuentan la historia de Acámbaro —y de estas hermanas— a través de las fotografías encontradas en su ropero. Es una idea tan simple en el origen que uno podría menospreciarla; pero leyendo con cuidado la obra uno se da cuenta de lo difícil que debió resultar esta empresa.
Incluye entrevistas a la familia de los Sámano Serrato, coloca testimonios de la misma historia del pueblo y datos históricos Y TÉORICOS sobre el manejo de obras anecdotales, lo cual demuestra una documentación ardua en el tema. Y su premisa es bastante interesante: pues a partir de las más de 60 fotografías se construye el relato.
Cuatro apartados son los que contiene el libro: el contexto histórico, la descendencia del doctor Francisco Sámano Román, la vida y haceres de sus 16 hijos y una reflexión académica en torno a la fotografía como documento. En el primero de ellos nos cuenta acerca de Acámbaro, ciudad localizada al sur del estado de Guanajuato que según las malas lenguas dicen que el pan acambarense es de los más ricos. En el libro nos relatan desde la formación de las escuelas, el acomodo político que tenían y la impactante inundación de 1927. Su segundo apartado habla sobre la familia Sámano Serrato y está lleno de anécdotas increíbles. Comentarios del Dr. Sámano hechos ya hace bastante tiempo y que fueron conservados a través de entrevistas a los descendientes y amigos. Incluso hace chistes el doctor y están conservados en estas páginas.
El tercer capítulo, el de mayor peso en el libro nos explica qué fue de las hermanas en vida y posteriormente. La cooperación para equipar la iglesia, cómo ellas tenían las llaves del recinto, y de cómo perdieron ese privilegio. Las jaulas llenas de pájaros en los corredores, la limpieza de las casas —casi una postal costumbrista decimonónica—, la llegada de los revolucionarios, y aquí me gustaría pensar en "Río subterráneo" de Inés Arredondo, Se llevaron el cañón para Bachimba, o las narraciones de Nelly Campobello.
La última parte del libro es más cercano a la teoría. ¿De qué sirve tomar fotografías de un ropero? Con su pluma, del Dr Carlos Vázquez Olvera nos da varias referencias bibliográficas para comprender que la historia no siempre se saca de los libros, como lo dice el subtítulo del libro La fotografía familiar como fuente de investigación documental. Y sirve para aquellos que desean emprender la misma labor con un referente impreso.
El libro es breve en dimensiones, pero amplio en su mensaje. Nos lleva a redescubrir Acámbaro. Es la fascinación por lo viejo, lo olvidado, todo aquello que guardamos en los roperos de nuestra mente. El papel, el formato, el carácter anecdotal, todo en conjunto nos abre una ventana al siglo pasado, con rostros, mis acambarenses lectores, con miradas y con historias.



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